Carbohidratos complejos
Los carbohidratos son una fuente importante de energía para el cuerpo, especialmente durante la actividad física. Opta por carbohidratos complejos de digestión lenta, como avena integral, pan integral, cereales integrales, quinoa o batatas. Estos proporcionan energía sostenida y ayudan a mantener niveles estables de azúcar en la sangre.
Proteínas
Las proteínas son fundamentales para la reparación y el crecimiento muscular, así como para la recuperación después del ejercicio. Incorpora fuentes magras de proteínas como huevos, claras de huevo, yogur griego bajo en grasa, leche, tofu o proteína en polvo.
Grasas saludables
Las grasas saludables son importantes para proporcionar energía adicional y ayudar en la absorción de vitaminas liposolubles. Incluye grasas saludables en tu desayuno, como aguacate, frutos secos, semillas de chía o aceite de oliva.
Frutas y vegetales
Las frutas y vegetales son ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que son esenciales para la salud y el rendimiento físico. Agrega frutas frescas o bayas a tu desayuno, y considera agregar vegetales como espinacas o tomates a tus huevos revueltos o batidos.
Hidratación
Es importante comenzar el día bien hidratado, así que asegúrate de beber suficiente agua con tu desayuno. También puedes optar por bebidas como agua de coco o leche si buscas una opción más rica en nutrientes.